En que se diferencia el pensamiento lineal del pensamiento lateral. Cuál utilizamos más a menudo? Como podemos ejercitarlos para sacarles el mayor provecho posible a estos tipos de pensamiento?
Pensamiento Lineal

Se conoce como pensamiento lineal (o pensamiento vertical) a la manera tradicional de pensamiento, es decir, aquella que se desarrolla generalmente durante la época escolar y en donde se aplica la lógica de manera directa y progresiva. El hemisferio izquierdo del cerebro humano es el responsable de razonar en forma secuencial (que sigue un esquema fijo) y temporal, permitiéndonos llegar a conclusiones sin tener que evaluar las estrategias posibles para resolver determinados problemas. Este tipo de pensamiento sigue una dirección recta (de ahí el termino lineal o vertical), y por lo general es empleado en cuestiones de índole técnica y científica, y en menor grado en situaciones de la vida cotidiana.
Pensamiento Lateral
Por el contrario, el llamado pensamiento lateral o pensamiento divergente se desarrolla en el hemisferio derecho del cerebro, es analógico, atemporal y no secuencial, o sea, que emplea diferentes esquemas para llegar a la solución de una dificultad o problema. Este tipo de pensamiento es esencial para el desarrollo de la creatividad y el ingenio, por lo tanto es de gran importancia que se estimule mediante juegos o actividades artísticas.
Es muy común que ante el planteo de algún dilema, nuestra respuesta sea hipotética y deductiva, haciendo uso del pensamiento lineal, pero existen situaciones extrañas para el cerebro, que necesitan una explicación, y en ese caso es fundamental un nuevo enfoque.
El término pensamiento lateral fue propuesto en 1967 por Edward De Bono para poder definir, de alguna manera, todas las posibilidades de solución que se presentan a la hora de encontrar una respuesta y que por lo general no estamos acostumbrados a usar. Estos caminos que define De Bono, parecen muy difíciles de tomar, en primer lugar porque la lógica se impone y en segundo lugar porque no están expuestos a simple vista, pero cuando se consigue encontrar una óptica diferente del asunto, se siente una gran satisfacción.
Dijo De Bono: «Pensar lateralmente evitando lo lógico o lo obvio se podrá convertir en una excelente herramienta para enfrentar viejos y nuevos problemas con nuevas ideas».
El pensamiento lateral utiliza técnicas como el análisis de posibilidades, cambio de enfoques, reestructuración de modelos preestablecidos, suposiciones y desafíos.
Los dos tipos de pensamiento son igual de necesarios e importantes, con el Pensamiento Lateral se generan las ideas, y con el Pensamiento Lógico Lineal se desarrollan, se seleccionan y se utilizan.
Diferencias entre el Pensamiento Lineal y el Pensamiento Lateral
Cuando resolvemos problemas, cuando ideamos nuevos conceptos o cuando generamos nuevas ideas, podemos elegir entre dos enfoques diferentes de pensamiento: el enfoque de pensamiento vertical o lineal y el enfoque de pensamiento lateral. Esto lo hacemos de manera inconsciente. Sin embargo, la mayoría de las veces utilizamos el modo de pensamiento lineal.
El pensamiento lineal o vertical es sinónimo de pensamiento lógico. Llegamos a una solución deduciendo lógicamente una pieza a otra. Cuando pensamos verticalmente somos analíticos, cuidadosos y precisos, tomando los datos alrededor de un problema y analizándolo con metodologías definidas para encontrar soluciones lógicas.
En cambio, el pensamiento lateral desencadena nuevas ideas al cambiar continuamente el marco de referencia. En el modo lateral, vemos un determinado tema desde diferentes perspectivas. No seguimos una linea de razonamiento sino que saltamos de un punto a otro cualquiera.
Un pensador lateral entiende el pensamiento vertical pero elige deliberadamente pensar fuera de este proceso de pensamiento limitado. El pensamiento lateral es la resolución de problemas a través de un enfoque indirecto y creativo, utilizando un razonamiento que no es inmediatamente obvio e involucrando ideas que pueden no ser obtenidas utilizando solamente la lógica tradicional paso a paso.
El siguiente es probablemente el más conocido ejemplo de ejercicio de pensamiento lateral. Es un verdadero clásico. Y aunque hay muchas soluciones posibles que se ajustan a las condiciones iniciales, sólo la respuesta canónica es verdaderamente satisfactoria.
Ejemplo de ejercicio de Pensamiento Lateral
El hombre del ascensor
Un hombre vive en el décimo piso de un edificio. Todos los días utiliza el ascensor para bajar hasta la planta baja para ir a trabajar o a hacer compras. Cuando regresa, siempre toma el ascensor hasta el séptimo piso y sube las escaleras para llegar a su apartamento en el décimo piso. El hombre odia subir escaleras. ¿Por qué no sube hasta el 10° piso en ascensor?
[su_spoiler title=»Ver la Respuesta» style=»fancy» icon=»plus-square-1″]El hombre es de estatura muy baja y sólo alcanza hasta el botón del 7mo piso. Las variantes de este rompecabezas incluyen la pista de que en los días de lluvia sube en el ascensor hasta el décimo piso (usa su paraguas).[/su_spoiler]
Si quieres seguir ejercitando puedes practicar resolviendo estos ejercicios de pensamiento lateral.
Ejercitando el pensamiento lateral
La magia del pensamiento lateral es que rompe tu marco de pensamiento. Sin embargo, los avances disruptivos se obtienen sólo si se rompen los hábitos y las suposiciones. Usa los siguientes cinco trucos para ejercitar tu pensamiento lateral:
- Al enfrentarte a una pregunta (problema, reto, acertijo, etc.) escribe una lista de suposiciones inherentes a la pregunta.
- Verbaliza la convención – pregúntate «¿Cuál sería el enfoque directo de resolución? Escribe las soluciones obvias y directas. Luego cuestiona las convenciones: «¿Qué más funcionaría?»
- Cuestiona la pregunta – Trata de reescribir la pregunta. Reorganiza las piezas para formar un nuevo escenario.
- Empieza de nuevo – a menudo resolver un problema es más fácil cuando se empieza con la solución primero, y se intenta trabajar de nuevo.
- Cambia la perspectiva – para iniciar el pensamiento lateral, puede ser muy efectivo pretender que eres otra persona que está tratando de resolver el problema.